Tras la belle époque, París y toda Francia sufría el azote de la ocupación Alemania nazi. A los ciudadanos, perplejos, no les quedó más remedio que aceptar aquella nueva situación. Muchos se preguntaban cómo convivir y, a la vez, luchar contra un enemigo aposentado en el mismo país sin destruir con ello sus ciudades o pueblos, sus edificios emblemáticos, instituciones culturales y monumentos históricos. Por cada alemán que caía en una emboscada se fusilaban o colgaban a 10 o 30 ciudadanos franceses. La lucha debía ser desde otro plano de manifestación más alejado del cuerpo a cuerpo y, por lo tanto, más sutil.
Es un autor que ya cuenta con varias obras donde expresa sus ideas y descubrimientos. Instructor de Meditación y Fundador de la Asociación cultural Agni Yoga «ADA», dirige actualmente el Museo de Arte «Bandera de la Paz Nicolás Roerich», (privado, educacional y de carácter gratuito, inaugurado en el año 2002).
Conoce los rudimentos de la Radiestesia desde su infancia —que transcurrió en gran parte en Francia—, y que adereza con pasión en su novela La Colina de Laurel y Kalagiya, el canto de Shangri-La (Del Caserío a Shangri-La, en su segunda edición).
Desde los 17 años se muestra interesado en la metapsíquica y en la filosofía oriental más que en los estudios convencionales de la época.