Malditas gallinas es la historia del desmoronamiento de una sociedad, explicado desde la perspectiva de un pequeño pueblo llamado La Piedad. Sus habitantes se encuentran limitados por creencias religiosas, supersticiones y hábitos autodestructivos que los convierten en presa fácil de cualquier mesías autoproclamado, a quien le entregan sus esperanzas y sus libertades personales a cambio de seguridad y de solución a sus problemas. A causa de su ignorancia, se ven sometidos a entender la realidad bajo la perspectiva de otra persona, sin advertir las terribles consecuencias que puede acarrear tal aventura. Algunos de sus personajes (como el profesor, hombre culto y comprometido con sus principios y, por lo tanto, incomprendido e ignorado; Ezequiel, arrogante fanático político; Toribio, atormentado por traumas y por supersticiones; Juana, fatalista y depresiva) nos muestran las claves para entender el descalabro de esa comunidad. En esta historia podemos comprender las terribles consecuencias que conlleva la ausencia de conocimiento ya que, gracias a este, podemos crear una cultura fuerte, aprehender con mayor efectividad la realidad que nos rodea, ser inmunes a cualquier redención mesiánica, hacernos protagonistas de nuestras propias decisiones y evitar ser víctimas de ideologías absurdas y fracasadas, que no tienen fundamento en la realidad, sino en la imaginación y en la especulación.