Una de cada ocho mujeres tiene que convivir con el cáncer de mama, pero… ¿cómo se convive con un cáncer? En mi caso escribí este diario, sin dulcificar, frivolizar, dramatizar, ni quitarle la importancia que tiene.

En muchas ocasiones me he reído porque, por suerte, el sentido del humor no lo perdí y las sonrisas no curan, pero son mágicas. Aunque no os mentiré, en muchas otras ocasiones he pataleado llorando…

Así es como lo he vivido y lo he sentido.