En marzo de 1982, en plena primavera gallega, la humilde familia Estévez-Aranda recibe un duro diagnóstico: el autismo de su hijo Carlos.
La controversia y la falta de información de aquel trastorno hasta entonces hacen que el amor de un padre remueva los cimientos de la psicología actual para demostrar que su hijo sí puede valerse por sí mismo, llegando a convertirse en un referente de la arquitectura contemporánea.
A centenares de kilómetros de Galicia, en París, una joven enfermera acomodada perteneciente a la alta sociedad europea intenta indagar en sus orígenes tras una confesión familiar. Sophie, hija de relojero y diplomática yugoslava, es una chica con insólita rebeldía que adora su París bohemio y artístico.
Ambos se conocerán en la posguerra de la devastada Sarajevo (Bosnia). Aunque los motivos de aquel mismo destino son bien distintos —arquitectura y enfermería—, la casualidad de ese primer encuentro hará que sus vidas se vean unidas para demostrar que jamás se debe perder la esperanza. Tomando entre los dos las riendas de su destino.