Entrevista de María Elena Tijeras
Desde la Editorial SolDeSol hemos tenido la oportunidad de que nos entrevisten en el Blog de María Elena Tijeras, una apasionada de la literatura.
María Elena ha escrito un interesante artículo sobre la autoedición. Durante la entrevista pudimos explicar cuál es nuestro modelo de autoedición de calidad y comentamos el panorama actual de la autoedición en España.
Si te interesa este tema, te recomiendo leer el artículo completo en ¿Autoedición o Edición Tradicional?, no obstante, quisiéramos extraer un fragmento de la entrevista:
Sol Ravassa, Editorial SoldeSol
Hay editoriales de autopublicación que publican todo lo que les llega, en su opinión, ¿cree que es bueno para el mercado o solo sirve para saturarlo de libros que al final no se venden?
En SoldeSol no estamos de acuerdo con esta política y por eso no la seguimos. Esa es nuestra mayor diferencia. Editar un libro es algo muy serio, es una pieza cultural por la que los lectores van a invertir su dinero, por lo tanto es responsabilidad del autor y del editor el que un libro sea honesto con esta función. Luego podrá gustarte la historia o no.
Con la autoedición hemos facilitado que cualquiera pueda ser escritor, y eso es bueno, pero siempre hay que poner un límite, porque no es verdad que todo el mundo valga para ello, o que la obra esté perfecta para salir al mercado conforme nos llega.
Si los lectores compran una obra autoeditada mal escrita, mal editada o carente de interés literario, asociarán esa desafortunada obra a la autoedición en general, no se venderá y además las librerías recibirán reclamaciones. ¿Sobre quién recaerá la culpa: sobre el autor, la editorial, la autoedición…? La autoedición.
Sin una criba nos convertimos en una caja de hacer dinero y dando mala publicidad a los autoeditados que realmente valen y luchan por hacerse un hueco (en el ya difícil) panorama literario, de forma más o menos independiente.
En SoldeSol luchamos cada día contra la frase «si ha tenido que pagarse el autor su obra, no será tan buena», «si no han invertido en su publicación, será porque no vale.» Y no es cierto. La autoedición es una opción tan digna como la edición tradicional, con sus ventajas e inconvenientes, que la harán más ideal para un tipo de escritores que para otros. Nos va a costar cambiar la mentalidad. Ese es nuestro propósito.
Un autor que decide autopublicar su obra con editorial, ¿cuenta con el apoyo de esta o simplemente le sirve de imprenta?
En nuestro caso, cuenta con nuestro apoyo desde el momento que decidimos publicarle. Y hasta nos ofende que nos consideren imprenta. Hemos recibido emails pidiendo presupuesto según los datos que nos facilitan, y les respondemos que no trabajamos así. Primero recibimos el manuscrito y hacemos una lectura superficial para valorar si tiene el perfil que buscamos. En caso de que sí, hablamos con el autor y le pasamos un presupuesto. En él incluimos «de serie» la lectura detenida de la obra, corrección editorial y corrección ortotipográfica (salvo que la obra ya venga corregida). Desde que recibimos el primer manuscrito hasta que se envía a imprenta, suelen haber modificaciones encaminadas a mejorar (si no el autor no las habría aceptado) y el 100% de nuestros autores han terminado plenamente satisfechos con el resultado. De hecho, la mayoría que nos llega no entiende una labor «editorial» sin una corrección editorial, ya que aceptan que la visión de un lector cero y profesional es valiosísima para tener una opinión objetiva al margen de su entorno conocido.
Está claro que el negocio es lo que prima para cualquier empresa, pero ¿hasta qué punto debería implicarse este tipo de editoriales con el autor? ¿No es cierto que cuanto más venda el autor más libros reimprimirá la editorial?
En realidad, cada editorial es un mundo, pues depende de quien la gestione, como pasa en todas las empresas. Pero cada cual puede dirigir su negocio de una forma más o menos ética o más o menos rentable.
En nuestro caso, intentamos, no siempre con éxito, encontrar un equilibrio entre lo ético (publicar calidad) y la rentabilidad empresarial. Claro que desearíamos a diario admitir todo lo que recibimos (es dinero fácil), pero no es la ideología de SoldeSol. Creemos en el modelo de autoedición, en la utilidad que le damos a nuestros autores, y que es una carrera de fondo. No pretendemos hacernos ricos con nuestro trabajo (que adoramos porque es vocacional), sino que queremos vivir haciendo lo que nos gusta, y la satisfacción de una buena edición, el orgullo de nuestro catálogo, la confianza y amistad de los autores… son valores que forman parte de nuestro patrimonio y nuestro sueldo, es una parte de «cobro en especies» que nos compensa.
Si la obra es buena y está bien editada, se beneficia la cadena escritor-editorial-autoedición (prestigio). Si la obra se vende, la marca SoldeSol estará introducida en las casas (publicidad). El autor reimprimirá (beneficios) y estará satisfecho por lo que nos recomienda a todo el mundo (promoción).
Cada obra nos devuelve prestigio, publicidad, dinero y promoción, ¿cómo no vamos a implicarnos?
Uno de los obstáculos a los que debe enfrentarse el autor autoeditado es la invisibilidad. ¿Qué medidas puede tomar para hacerse ver dentro del sector?
Hoy en día, con tanta visibilidad, nos hemos vuelto todos invisibles. Tanto si te publica una tradicional, como tú mismo (y tenemos amigos en ambos casos) tienes que moverte (y mucho) por las redes, eventos, conferencias… para dar a conocer tu obra.
La mejor medida para ser visible es tener un buen producto. Cuando decides ser escritor, te conviertes en comercial y embajador de tu libro. Ayuda que te respalde una editorial con cierto prestigio, pues las librerías estarán más dispuestas a abrirte sus puertas y ofrecerte participar en eventos que organicen. También cada vez más, hay lectores que les gusta descubrir nuevos autores Indies y confían en los criterios de selección de ciertas editoriales. La participación de eventos es de vital importancia para la visibilidad, independientemente de las ventas, pero la organización se encargará de mover tu título en su programación y cartelería. Contactar con blogueros de reseñas de libros también es una buena manera de obtener críticas constructivas y darse a conocer. Si bien las redes están tan masificadas que es difícil destacar, también es cierto que es una genial manera de llegar a grandes cantidades de lectores.
Uno de los puntos fuertes que se barajan siempre en la autoedición es que el autor mantiene siempre el control sobre su obra, pero también recae sobre él el éxito o fracaso de la misma, ¿hay alguna pauta a seguir para que su libro llegue a más lectores o solo depende de la suerte?
La manera fundamental de lograr éxito es que la historia sea buena. No debe gustarle a todo el mundo, (no me gusta todo lo que publican mis escritores favoritos, pero no puedo decir «está mal escrito» o «es una mala obra»). El éxito debe medirse según los objetivos que se plantee el autor, siempre que sean alcanzables. Muchos buscan gustar a sus lectores. Otros llegar a muchos, independientemente de si les gusta o no. Quizá buscan escribir una historia correcta, aunque no aporte nada, o escribir algo tan original sabiendo que será del gusto de una minoría…
Lo que el escritor autoeditado debe tener claro es que debe ser cabeza visible de su novela. Si no hace por tener contactos, por dejarse ver, participar, salir a la calle… el libro, por buenísimo que sea, no verá la luz. Hay autores que son tímidos, apocados, que no son capaces de hablar en público… y eso no ayuda al éxito. Pero ojo, que en la tradicional pasaría igual: si no logran las ventas estimadas, destruyen los libros y se dedican a otro autor.
¿Por qué la autoedición?
Cuando ven nuestras ediciones, tanto lectores como libreros nos dicen que al final seremos editorial tradicional. En realidad, no somos de autoedición porque no creamos en los autores, o porque no dispongamos del capital para invertir. Creemos que la autoedición es la evolución natural de la edición. Los modelos han cambiado.
Al no depender de las ventas, no seleccionamos las obras por la capacidad de venta del autor, lo novedoso de la historia, no hacemos un plan de marketing de costes y ventas… no es nuestra profesión. Con la autoedición damos la oportunidad a que un escritor publique una novela cuyo argumento «no esté de moda». Seleccionamos por la calidad y porque el proyecto nos resulte atractivo. Eso hace que nuestras ediciones tengan un mimo como valor añadido. Como no asumimos gastos, ofrecemos las mejores calidades de impresión para que el libro no solo sea bonito, sino que cuando lo tengas en la mano, sepas que tiene un «señor libro». Cobramos por hacer una buena edición, solo nos importa eso. Y una buena edición ayudará a la venta. El autor por su parte, en su fin de recuperar la inversión, estará motivado en vender la obra. Si se vende, el autor vuelve, reimprime y hasta nos recomendará. Ambas partes nos implicamos para que las dos ruedas del carro giren y el engranaje funcione.
Por experiencia sabemos que, si el autor no ha puesto dinero, no está motivado a vender. Los beneficios, sean los que sean, serán bien venidos porque son a coste cero. Y al editor lo que le importa es vender libros, del autor que sea. Es un modelo que creemos pasivo y algo arcaico.
Por otro lado, hay autores que saben moverse y que además les gusta. Saben que en una tradicional le estarán haciendo el trabajo a la editorial, así que deciden «trabajar para ellos mismos». A otros les gusta ser independientes, y escribir sobre el tema que quieran sin censuras o imposiciones. Quienes quieren cumplir otros objetivos, necesitan de una plataforma inicial para ser vistos y que se les reconozca, por lo que la autoedición es un buen comienzo. Por todo esto, la autoedición cumple una labor concreta que suma a la edición, no es que rivalice con otros modelos, sino que tiene su propio espacio. El resumen de todo esto es dividir la producción literaria y cultural entre quienes quieren ser escritores y quienes solo buscan «cumplir una ilusión» y no entre tradicional o autoedición. Todos estamos en el mismo barco y deberíamos tener los mismos objetivos.
Gracias, María Elena Tijeras, por darnos la oportunidad de mostrar nuestro punto de vista en tu Blog!