Cuando escribes un libro por primera vez es normal cometer algunos errores literarios. Definir tu estilo, desarrollar la trama, definir a los personajes, narrar sus vivencias… no son tarea fácil. Uno de los fallos más comunes que puede ocurrirte, si eres un escritor novel, es el barroquismo literario.
Este estilo literario sobrecargado genera en el lector la sensación de que está leyendo algo artificial, falso y distante; alejado de lo que todo escritor aspira a conseguir: un estilo propio, que lo defina e identifique.
Un texto artificioso dificulta la compresión, rompiendo la complicidad entre lector y la narración. La construcción de oraciones rocambolescas, sumidas en una maraña de nexos, comas y el uso de un léxico fuera del registro marcado son algunos ejemplos. Cuando esto se produce, la atención del lector disminuye, pues tiene que realizar un esfuerzo adicional para desentrañar sin necesidad la información.
¿En qué consiste el barroquismo literario?
La RAE define barroco como:
adj. Dicho de un estilo literario: Caracterizado por una rica ornamentación del lenguaje, conseguida mediante abundantes elementos retóricos.
adj. Excesivamente recargado de adornos.
El barroquismo literario consiste en escribir de forma sobrecargada y abusar de un léxico excesivamente formal. Se trata de un error común, que puedes evitar adoptando la filosofía «muéstralo, no lo digas». Pero, ¿cómo aplicarlo si escribes un libro?
Presta atención a la precisión. Tienes que buscar la palabra adecuada, con la finalidad de ser claro con tu mensaje. Al mismo tiempo, crear belleza con el lenguaje. En la mayoría de los casos, usar el término exacto, te va a ahorrar una extensa frase que describa ese mismo significado.
Con la concisión, podrás decir más con menos palabras, ser más concreto. Para ello, tienes que huir del vocabulario genérico (palabras como cosas, gente, etc), procurar sustuir los verbos comodín como decir, poner, hacer, tener… y decantarte por adverbios y adjetivos que aporten información relevante a la historia.
Para no caer en el barroquismo, el autor Zinsser hace una reflexión que puede ayudarte si tiendes a sobrecargar tus textos:
Deshazte de lo accesorio. Busca lo que sobra en lo que escribes y recórtalo sin piedad. Sé agradecido por todo aquello que puedes tirar a la basura. Examina una vez más cada frase que pones en el papel. ¿Está cada palabra haciendo un trabajo nuevo? ¿Podría expresarse alguna idea de manera más económica? ¿Hay algo ahí que sea pomposo o pretencioso o a la moda? ¿Te estás agarrando a algo inútil solo porque crees que es bello? Simplifica, simplifica.
Sigue estos sencillos consejos a la hora de escribir tu obra. Conectarás mejor con tu público lector.